Semana 2: Cuánto por contar, cuánto por hacer...
El
trabajo de esta semana al igual que la anterior es tan intensivo como enriquecedor,
al punto que tengo que cuidar de no excederme en el tiempo que le dedico…
Soy profesora de química y hace 4 años comencé a utilizar la
plataforma EDMODO creando grupos para cada uno de los cursos de escuela
secundaria y de la universidad. El hecho de que los alumnos tuvieran que
loguearse e ingresar a propósito al sitio no daba demasiado resultado en la
universidad, un poco más en el nivel medio. Este es el tercer año que
implemento el uso de grupos cerrados de facebook con el objetivo de
complementar las clases presenciales. También soy tutora en UBA XXI. En los
grupos les dejo links a animaciones, simulaciones videos, las guías de
ejercicios, etc.
Es impresionante leer cuántos los docentes utilizamos redes en
las aulas como complemento de nuestras clases presenciales. En la diversidad de
usos y experiencias reflexiono sobre la importancia de identificar para cada
grupo cuál es la herramienta más potente. No hay una sola, ni todos los grupos
son iguales. Es nuestra tarea poder encontrar la que más sirva para cada grupo
humano (excepto que institucionalmente se cuente con alguna plataforma en
particular).
Uno de los
temas que me parecen muy importantes es la evaluación como núcleo central de
preocupación en los procesos de enseñanza y de aprendizaje y en los desarrollos
curriculares actuales. La evaluación implica múltiples y variados aspectos:
compromete el aprendizaje y la enseñanza, califica y deja huellas en los
actores.
Uno
de las cuestiones que nos preocupan en la evaluación de aprendizajes mediada
por las nuevas tecnologías es la necesidad de legitimar tanto la identidad del
alumno como la fiabilidad de la modalidad de evaluación. Por lo que aun en
cursos virtuales existe la obligatoriedad de una o más instancias presenciales
para la acreditación de las asignaturas. Por ejemplo la Universidad Virtual
de Quilmes o el Programa de Educación a Distancia UBA XXI.
Por último, para favorecer el proceso
tendiente a la autorregulación de los aprendizajes es preciso incluir otras
estrategias de evaluación que no necesariamente sustituyan, sino complementen
los instrumentos “clásicos”, de manera lograr una evaluación de los aprendizajes que incluya las
cuatro dimensiones que se consideran básicas para una práctica evaluativa
completa: evaluación del aprendizaje, evaluación para el aprendizaje,
evaluación como aprendizaje y evaluación desde el aprendizaje.
De las lecturas realizadas me pareció muy esclarecedor el
material sobre Herramientas de co-elaboración en educación, que permite
diferenciar y caracterizar el aprendizaje colaborativo y cooperativo.
Por último considero
muy interesante el uso de la metáfora del panal cognitivo (Lion, 2012), para el análisis de los nuevos escenarios desde la porosidad
de sus paredes y la interrelación de sus habitantes para la construcción de
conocimiento en red.
El panal es una
estructura formada por celdillas de cera, que comparten paredes en común y que
permiten acoplar miel y polen. Requiere de un esfuerzo múltiple y común y por
eso como metáfora nos permite reflexionar en torno de los procesos de cognición
que pueden darse a través y con las redes. (Lion, 2012).
En esta semana también participé en el popplet sobre el uso de las redes en la enseñanza, en la actividad FlashMob: multitud instantánea en Escenarios de Comunidad y en la actividad para pensar metáforas del aprendizaje en red, utilizando una herramienta: Padlet.
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